8 señales de alarma que indican que tu hijo es “malcriado”

¡Niños maleducados, padres desesperados!


A lo largo del tiempo ha existido una importante controversia sobre el mal comportamiento de los niños que comúnmente es relacionado con el trastorno por déficit de atención con hiperactividad (TDAH).


Los malos comportamientos provocan consecuencias negativas en la identidad del niño por su forma de relacionarse con otros tanto niños como adultos. Es importante encontrar un equilibrio entre llamadas de atención y premiar aquellas buenas acciones. 


Ciertamente no hay un diagnóstico igual para todos, pero es importante identificar si es tu caso, a continuación te compartimos 8 señales que indican que tu hijo tiene un comportamiento que las personas comúnmente definen como“malcriado”:

1. No ayuda en casa

Es necesario que los niños y niñas sepan que tienen un rol indispensable en las labores domésticas. Un estudio realizado en la “Universidad de Minnesota” recomienda que los niños comiencen a  realizar este tipo de actividades antes de los 8 años, lo que les ayudará a formar carácter para formar hombres y mujeres responsables.


Si a tu hij@ no le gusta hacer labores en casa es normal, realmente a nadie le gusta. Sin embargo, hay un mínimo requerido como acomodar sus juguetes o limpiar un poco su cuarto. Si se niega a hacer pequeñas cosas como estas, es una señal de que podrías estar maleducando a tus hijos.


Consejo: Comienza a inculcar estas responsabilidades desde una edad muy temprana con tareas que aunque parezcan sencillas representan una responsabilidad que deben cumplir.


2. Los berrinches son frecuentes

Patadas, llantos y gritos. ¡Vaya dolor de cabeza!


Los berrinches constantes indican que tus hijos están muy mimados. No se trata de dejarlos hacer lo que quieran en todo momento si no establecer límites y mostrarte como una autoridad ante ellos, que también premia y valora el buen comportamiento dentro y fuera de casa.


Empieza a solucionar los berrinches dentro de casa, cada vez que aparece un berrinche ignora este comportamiento y continua con lo que estabas haciendo hasta esperar a que se tranquilice y no enfrentarlo o tratar de solucionarlo al momento.


Consejo: Deja en claro que no lograrán su cometido con esas actitudes y comunicales  cómo te hace sentir. Siempre con una voz firme. La clave del éxito es hacerles saber lo felices y orgullosos que nos hacen sentir al ver que aprendieron a controlar  sus emociones.

 

3. Te avergüenza en público


Cuando el mal comportamiento de tu hijo ocurre fuera de casa se complica un poco más. Nuestros pequeños son muy inteligentes y cuando logran identificar que te avergüenzan cuando hacen un berrinche en público, lo aprovecharán e intentaran manipularte para llamar la atención del público.



Establece normas y consecuencias sobre el actuar fuera de casa que tendrán que respetar si no quieren ser reprendidos. Los niños son impulsivos y buscan llamar la atención con sus malos comportamientos.


Consejo: Sé firme y cumple lo que has dicho que pasará y asigna actividades que lo mantengan ocupado en algo en todo momento.



  1. ¿Tienes que rogarle?

Muchos padres actúan de forma espontánea, pero piensa muy bien en tus palabras y acciones al momento de llamarles la atención. Cómo padre tienes que ser firme e imponer tu autoridad. 


Tienes que tener conciencia de no exigir un control tan estricto, ni insistente porque lograrás exactamente lo contrario, encuentra un equilibrio. Recuerda, proteger si, sobreproteger NO.


Consejo: Reconoce y potencia las conductas positivas; no refuerces las negativas.


  1. ¿Tienes que premiarlo?

Juguetes, dulces, tiempo para jugar  o incluso hasta  dinero pueden ser un camino sencillo, pero puedes generar malas costumbres y siempre querrán un motivo para actuar de manera correcta y no siempre será posible.


Consejo: Procura no inducir ni admitir chantajes para o por conseguir algo, no hagas “por ellos”, lo que tengan que hacer  y lo más importante no cedas ante sus berrinches.


  1. Nunca está satisfecho con nada

Todos conocemos o hemos conocido a un niño mimado, son fáciles de identificar. Normalmente están acostumbrados a recibir todo lo que quieren y nunca han escuchado un “no” en su vida. De esto se deriva que nunca se conforman con nada, ven algo que no tienen y hacen lo imposible para obtenerlo, además que la satisfacción en algún objeto material o emoción puede ser corta y momentánea por que van a querer siempre “algo más”.


Consejo: Corrige cuando sea necesario y evita darles todo lo que quieren a toda costa. Enséñales que las cosas tienen su trabajo, valor y esfuerzo que deben ganarse.


  1. Intenta controlar los adultos

Si tu hijo intenta controlar tus decisiones indirectamente esto se debe a que no tiene respeto por los adultos y se considera una niño manipulador que ha aprendido a conseguir lo que quiere a como dé lugar. Los niños son muy inteligentes, pueden llegar a hacerse los dormidos  con su pijama favorito para evitar ir a la escuela u otras obligaciones.


Consejo: Los límites y las normas deben de ser claros y sencillos.


  1. Te ignora

Existe una delgada línea entre que tu hijo te ignore por una llamada de atención y que te ignore por una excesiva y muy fuerte “regañiza”. Los niños procuran evitar el confrontamiento y la ira, por lo que puedes generar resentimientos y una conducta agresiva en el desarrollo de su personalidad.


Consejo

: ignorar el mal comportamiento puede ser una forma muy eficaz de frenar el mal comportamiento.


Conclusiones


Como padre de familia es importante educar e incentivar el buen comportamiento dentro y fuera de casa. Es una labor que requiere tiempo y paciencia.


Recuerda enseñar el buen comportamiento y no castigar el mal comportamiento. Golpear y decir palabras hirientes pueden hacer daño y los estudios arrojan que no funcionan y representan un riesgo dejando marcas físicas y psicológicas que perduraran por el resto de sus vidas.


Incentiva a tus hijos reconociendo su buen comportamiento con algo que le sea útil, por ejemplo: pants para esta temporada de lluvias, pijamas de algodón para las noches frías o leggings y no olvides darles un abrazo cálido de reconciliación después de una discusión.  


Reconoce sus virtudes, esfuerzo y logros dentro y fuera de casa. No hay mejor forma de hacerlo que incular con el ejemplo, por lo que no olvides ser coherente con tus palabras y acciones.


No actúes de manera impulsiva y si es necesario tómate unos minutos para respirar profundo, tomar un momento de relax o bien hablalo con un amigo y familiar te ayudará a abordar la situación de la mejor manera.


“Qué feliz me siento de que te estés desarrollando saludable y fuerte, te amo hijo(a)”

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